Por: Vieja Larissa Arias. Ingeniera / Activista Política
Desde que inició este siglo 21, lo único que siempre hago es bombardearme de preguntas. Este siglo inició con el desastre del 9/11 cambió todas las reglas y rompió todos los tableros sociopolíticos conocidos.
Este 11/09/2025, me pregunté dónde queda la civilización occidental, si nos traga día tras día, la violencia y la ausencia del respeto a la diversidad de ideas?
Normalizar la violencia,desigualdad, discursos de odios, dividir y defender radicalismos (no importa de que “lado” sea) es una evidencia de fracaso de nuestra “civilización”.
Hemos secuestrado la libertad de expresión y nos ha derrotado la violencia.
Los disparos de los asesinatos a, Miguel Uribe(Colombia) hace apenas 1mes y el disparo que asesina a Charlie Kirk (USA) desnudan lo mismo : la violencia no reconcilia,multiplica el odio y la divisiones y la “política del plomo” nos ha hundido como especie cada vez que nos domina el relato esas acciones.
Somos unos salvajes con smartphones y llenos de estupideces de IA ¿para qué queremos “desarrollarnos”? ¿Para ser más ladrones de recursos y territorios ajenos? ¿Para ser dictadores de opiniones y para imponer quien grite y de más plomazos es el más “dominante?.
Hemos perdido el control y el conocimiento de entender el poder de las palabras, somos la misma especie que asesinó a Sócrates y a Galileo por: PENSAR y defender sus IDEAS ¡carajo!.
Hoy, tenemos un Nepal desbordado por la violencia, Francia en las calles pero sin rumbo y así podemos seguir citando confusiones pero todas bajo la sombrilla de la violencia.
La democracia la estamos aniquilando y normalizando su canibalísimo.
Seguimos combatiendo a quien piensa y defiende sus ideas, no toleramos a quien no es manada y no podemos resistir el debate de la diversidad.
Occidente, está luchando contra sus lobos internos y los ha decidido soltar sin un mapa de ruta que permita ver luz y seguridad.
Yuval Harari, analiza su opinión sobre la IA y el desastre que puede ser para la especie si no es regulada urgentemente ( pienso lo mismo).Aunque también creo, que en el sistema violento que hemos normalizado, no habrá ganadores nunca.