Brechas cerradas, futuro abierto: El camino de la República Dominicana hacia la inclusión digital

Por: Jimmy Rosario Bernard.

Antes del 2020, pensar en la República Dominicana era imaginar un país atrapado en la burocracia, con trámites interminables, escuelas sin acceso suficiente a la tecnología y zonas rurales desconectadas de las oportunidades digitales. Hoy, gracias a la visión y el liderazgo de Luis Abinader, esa realidad se ha transformado. La nación ha recorrido un camino notable hacia la modernización, que no solo se refleja en números, sino en la vida diaria de millones de dominicanos.

En el ámbito gubernamental, los informes oficiales del Ministerio de la Presidencia muestran avances sólidos. La iniciativa “Burocracia Cero” ha digitalizado un alto porcentaje de los servicios estatales, lo que ha permitido reducir considerablemente los tiempos de espera y mejorar la transparencia en la atención al ciudadano. De la mano de un robusto programa de capacitación —confirmado por el INAP, que reporta que un elevado porcentaje de funcionarios se ha formado en competencias digitales—, se ha logrado una eficiencia administrativa notablemente superior a la de años anteriores. Esta modernización no es solo un cambio técnico, sino que está transformando la forma en que el Estado se relaciona con la ciudadanía, haciendo de la transparencia y la agilidad administrativa una realidad palpable.

El sector educativo también ha sido protagonista de esta evolución. Desde 2021, se han distribuido millones de dispositivos entre los estudiantes, lo que ha permitido que la mayoría de las escuelas públicas cuenten con las herramientas necesarias para un aprendizaje moderno y dinámico. La capacitación docente ha avanzado de manera notable, garantizando que los maestros estén mejor preparados para utilizar la tecnología en beneficio de sus alumnos. Instituciones históricas como la UASD han incorporado aulas inteligentes y modernizado sus procesos, mientras que centros especializados como el ITLA y el INFOTEP han reforzado sus programas en inteligencia artificial, ciberseguridad y big data. Así, la educación se consolida como el motor que impulsará el futuro del país.

La mejora en la conectividad es otro pilar fundamental de esta transformación. Datos del Índice de Desarrollo Digital 2024 confirman que la cobertura de internet en zonas rurales ha crecido significativamente, abriendo las puertas a comunidades que antes estaban aisladas. Hoy, en lugares como Elías Piña, Monte Cristi y Bahoruco, el acceso a la educación en línea, la telemedicina y el comercio electrónico ya no es un sueño, sino una realidad que impulsa el desarrollo local y mejora la calidad de vida.

El sector financiero también ha dado pasos agigantados. La digitalización de los pagos ha transformado la economía, evidenciado por el crecimiento sostenido de las transacciones digitales, según datos oficiales del Banco Central. Esta evolución ha reducido la dependencia del efectivo y ha permitido que cada vez más dominicanos accedan a servicios bancarios, promoviendo la inclusión financiera y formalizando sectores que antes operaban al margen del sistema.

Cada uno de estos avances es reflejo del liderazgo visionario de Luis Abinader, quien ha apostado por la modernización integral del país. Su gestión se caracteriza por una apuesta decidida por la eficiencia, la inversión en capital humano y la expansión de la infraestructura tecnológica, elementos que están posicionando a la República Dominicana como un referente de innovación en la región.

Hoy, más del 80% de la ciudadanía disfruta de servicios digitales que, hasta hace pocos años, parecían inalcanzables. La transformación digital no solo significa eficiencia y ahorro de recursos; es la base de un futuro lleno de oportunidades, equidad e inclusión. Aunque aún existen desafíos, el rumbo es claro: la República Dominicana se consolida como una nación en constante evolución, comprometida con el desarrollo integral y con un liderazgo que inspira confianza y optimismo.