Por: Carlos Mejía Blanco.
PARTE I.
¿Es que acaso el dominicano no se ve como es? Por eso en su autoidentificación se considera como “indio”;así se lo hicieron saber.
Todo se inició con el tratado de “Tordesillas 1494”y el inicio del proceso de “Las Reparticiones” entre Portugal y España. Este tratado conto con la aprobación del Papa Julio II, mediante una Bula “Ea pro cua bonus pacis”, en que Francia e Inglaterra no participaron, no solo era eso, implicaba la imposición de un sistema político, económico, religioso, técnico y social, también nuevas rutas marítimas comerciales, la explotación de los recursos vírgenes, la introducción de nuevos animales y el cultivo de nuevos productos.
¡Sin la fuerza de trabajo del hombre no era posible! Los taínos estaban incapacitados para darle respuesta a esas exigencias, por eso en menos de dos décadas se redujeron a la nada. En ese breve tiempo fueron víctimas del sistema esclavista feudal de “las encomiendas”, que como las reparticiones lo hicieron con el mundo, asi se distribuyeron el gran botín de América. Esteproceso generó la despoblación del territorio de La Española.
Para trasladar del moribundo sistema feudal,se trasladó tambien a su señor feudal que se definió como “encomendero”,, administrador de los bienes de la corona y responsable del “hato”, lugar donde se cría el ganado, que era un sistema de producción antiquísimo.
Se definió como “hatero” el señor que gobernaba los nuevos territorios, única forma de compensar a los colonizadores. El profesor dio su conferencia en Madrid en noviembre del 2018, donde exponía sobre la situación de la “isla La Española”; acaso, ¿se le olvidó todo esto?
Quien despobló la isla la Española? Este desastre requirió de la importación de “los negros africano” capturados, vendidos y traídos forzosamente para trabajar en las minas, en la agricultura. ¿Cuántos llegaron a Quisqueya? Pero ¿Qué impacto en la genética de la población de América? Ese genotipo creó al nuevo poblador y profundas marcas en el cuerpo social; por eso se desarrollaron las costumbres propias, la cultura y la diversidad del fenotipo de hombre que hoy conocemos como caribeño. Cubanos, jamaiquinos, puertorriqueños, colombianos, venezolanos Haitianos y dominicanos.